AHORITA NO, GRACIAS

Este proyecto lo gesté a partir de medias, mezclilla, cerámica y comida, se compone de seis piezas, en diversos medios, desde obra bidimensional con materiales alternativos como las medias de nylon, la escultura en porcelana cruda y el arte objeto, hasta la video-instalación. Las piezas conviven en un dialogo entrelazado en forma de narrativa en la que, al ser expuestas y realizar el recorrido, esta narrativa sucede de manera correlativa de una pieza a otra, por lo que no todas las piezas cuentan con títulos particulares pues comparten algunas citas dentro de la narrativa, comenzando por el epígrafe en el texto de sala.

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«Lo que más odio: La crueldad con la gente y con los animales, la violencia, los gritos, la presunción, los abusos de los hermanos mayores, la aritmética, que haya quienes no tienen para comer mientras otros se quedan con todo; encontrar dientes de ajo en el arroz en los guisados; que poden los  árboles o los destruyan; ver que tiren el pan a la basura”

Batallas en el desierto. José Emilio Pacheco

ahorita no, gracias parte de una reflexión crítica sobre el comportamiento social ante las diferencias de clase y de raza en México con origen en la época de la Colonia. La idea del proyecto se basa en exponer la forma en la que, en la actualidad, estas actitudes e ideologías siguen vigentes.

Las piezas emplean como material productos de uso común los cuales ocultan en sí mismos la lógica de un sistema económico de producción que margina y que divide. El poder de adquisición y la adquisición de estos productos, además de ciertos bienes y servicios en el capitalismo tardío, han permitido, entre otras cosas, relativizar las diferencias culturales que subsisten en un país como México, de tal forma que a la base de una supuesta igualdad subyace siempre una marginación (considerada como lo indígena, lo del barrio, lo popular en el mejor de los casos, o en el peor de los escenarios no solo invisibilizar la manufactura que los hace posibles sino reforzar el estado de desamparo). Así, las consecuencias de la mano de obra barata, exige el empoderamiento del estatus de ciertas clases y el empobrecimiento de otras. Estamos frente a un ciclo definido por un estrato específico que controla la producción de estos mismos productos y que a su vez determina a partir de qué ejes se valorará el trabajo y la vida en sí.

© Claudia Uranga Alonso

 

Todo lo que pisas, te sostiene

Video instalación en la cual el video se proyecta hacia el piso del espacio expositivo. Éste retrata, en una toma cenital, seis de los trabajos que están a la base…

 

 

 

 

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