Refrigerador lleno de comida gourmet, pasteles vistosos, al igual que productos de la canasta básica y de cocina en general, el refrigerador con puerta de vidrio e iluminación constante, lo cual permite que los alimentos a su interior sean visibles es de los utilizados en las tiendas de barrio y autoservicio, así como en cafeterías y restaurantes. El punto clave de la pieza es que, el refrigerador, está encadenado con cadena de acero y cerrado con candado de clave para bloquear la posibilidad de ser abierto. La pieza simboliza la detención de las riquezas por unos pocos (aquellos que tienen el control), detención que además es posible gracias a un sistema que se sustenta en una exclusión cognitiva y el sentimiento de exclusión que viven más de la mitad de la población de un país como México.
La pieza lleva por título la siguiente cita:
“A la derecha la copa y el cuchillo; a la izquierda el pan.”
Erasmo de Rotterdam en Civilitate morum puerilium (cap. IV).
Ésta pertenece al manual de comportamiento que Erasmo de Rotterdam elabora sistemáticamente en el siglo XVI, el cual fungió́ un papel importante en el proceso de civilización en los modos de comportarse y distinguirse en la mesa, por ser el primer manual destinado a la educación de los niños de la corte, principalmente a los hijos de la nobleza. Cita que además toma un segundo sentido a nuestro contexto socioeconómico y político actual, en un sentido figurativo de los símbolos representativo del poder y la riqueza por un lado y de la pobreza por el otro.
Esta pieza también fue expuesta en la exposición Recomendaciones mínimas para caminar de espaldas, en el museo Ex Teresa Arte Actual en la Ciudad de México. Para esta muestra elegí montar la pieza del refrigerador con comida que, en esta ocasión, su contenido dialogaba con el espacio. La pieza mantuvo el mismo título, y la base conceptual era la misma, pero en este caso particular contenía dos grupos de alimentos relativos a la conquista, aquellos que fueron extraídos de América y llevados a Europa y viceversa, como el frijol, el jitomate, la papa, el chile, el aguacate, el maíz, entre otros. Y el segundo grupo, que tienen un gran peso en la religión católica y el proceso de evangelización, dado el contexto del museo que en antaño fue Ex Convento, principalmente el pan sin fermentar y el vino como el cuerpo y la sangre de Cristo, mencionados en los textos religiosos, así como las uvas, los higos, el aceite de olivo y vinagres balsámicos, hierbas finas, las carnes de cordero y los huevos de codorniz. Ambos grupos de alimentos cuentan con productos básicos, que en la actualidad se mantienen encarecidos en el mercado e inaccesibles para muchos. Además de la intención de que, al paso de un mes, el proceso de descomposición de los alimentos simbolizara la doble moral, de los efectos de la conquista y la religión en el devenir sociopolítico del país.
Instalación de refrigerador con!alimentos cubierto con cadena y candado, sobre pasto sintético.
2017 © Claudia Uranga Alonso