Obra escultórica compuesta por seis «islas» de vidrio fundido de medidas variadas montadas sobre una base de espejo con superficie de 60cm x 70cm. Esta obra a pequeña escala que se desarrolla a modo de maqueta como planteamiento para un posible proyecto futuro ejecutado a gran escala, tiene la intención principal de facilitar un juego visual a la/el espectador con el reflejo del volumen de cada pieza en el espejo de la base y los espacios vacíos que se crean a su interior y exterior, sumados al reflejo de lo que contiene el entorno que rodea a la pieza, aludiendo así en este juego visual, a la posibilidad de percibir un espacio virtual paralelo con el cual se interactúa solo con la vista, de tal manera que si se realizase a gran escala, la pieza se convertiría en una espacio transitable con una serie de «refugios» en los que lo único que encuentra uno es su propio reflejo al interior de estos volúmenes, mientras fuera de ellos lo que uno encuentra es el entorno, al mismo tiempo que se ve magnificado en este reflejo de espacio virtual paralelo.
Obra realizada en 2014
© Claudia Uranga Alonso